El carabinero Jaime Eduardo Cadena Hurtado saca tiempo para todo; para sembrar el campo, inyectar y desparasitar ganado, dictar clase a niños, niñas y adolescentes, atender a los abuelos de un centro geriátrico y hasta para efectuar viajes de senderismo y dictar charlas preventivas contra la droga y el maltrato.
Siempre bien uniformado y enfundando en sus botas de caña alta, el uniformado recorre las calles y los caminos de San Vicente del Caguán (Caquetá) e incluso hace parte de las comitivas que constantemente viajan a la remota vereda Los Pozos, una de las zonas priorizadas por el Gobierno Nacional dentro del Plan de Control Institucional del Territorio, estrategia encaminada a ocupar los espacios dejados por la guerrilla tras la firma del acuerdo de paz.
El patrullero Cadena fue el primer carabinero en llegar a esta zona, razón por la cual se convirtió en la punta de lanza de la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural para comenzar a ejecutar el Sistema Integrado de Seguridad Rural (SISER), encamino a acompañar a los campesinos de Colombia, tal como lo contempla el proceso de Modernización y Transformación Institucional (MTI) de la Policía Nacional de todos los colombianos.
“Es un gran carabinero, es un gran profesional, que trabaja incansablemente por la gente más necesitada” afirmó un ciudadano. es toda una autoridad a la hora de ayudar a los habitantes de esta región que por años vivieron en medio de la zozobra del conflicto armado.
Cadena conoce como la palma de su mano este territorio, ya que es oriundo del vecino municipio de Puerto Rico, donde creció admirando los caballos que con gran destreza montaba su padre, Jaime Cadena. “Era un gran chalán. Por eso siempre quise ser carabinero”, recuerda el hijo de la señora Olga Hurtado y padre de un niño de 5 años.
Es un hombre de 29 años, 8 de los cuales se los ha dedicado a servirle al país en calidad de uniformado. “Para mí es un gran honor ser policía y poder ayudarle a la gente a vencer los miedos del conflicto y contribuir con ellos a que tengan sus propios proyectos productivos”, sostiene. “Acá, en San Vicente, me siento como en casa. Siempre he contado con el respeto y el aprecio de sus habitantes”. Hoy en día, el gran carabinero de San Vicente del Caguán cuenta con nuevos compañeros para fortalecer el SISER y así continuar trabajando por la ciudadanía.
Tomado del libro “Nuestras Historias”