Una pierna de metal y dos manos que moldean esperanza

Conozca la historia del primer policía amputado que trabaja elaborando prótesis.
  • Primer policía amputado en elaborar prótesis
  • Primer policía amputado en elaborar prótesis

Todo pasó muy rápido. El patrullero Luis Carlos Muñoz Beltrán y su compañero Jorge Guapacha llegaron hasta la vereda Buenos Aires, en las afueras de Villavicencio, para atender un caso de fleteo. De un momento a otro comenzaron a dispararles con balas impregnadas de cianuro.

“Cuando yo fui a mirar ya íbamos hacia el barranco. La moto se me fue encima y me rompió la rodilla, la tibia y el peroné; me partió el pie y parte del fémur”. Aunque en cuestión de minutos llegaron los refuerzos y neutralizaron a uno de los delincuentes y capturaron a otro, el patrullero Guapacha perdió la vida.

Muñoz fue rescatado del precipicio y de inmediato fue trasladado en un helicóptero de la Institución al Hospital Central de la Policía en Bogotá. Tras 17 horas de cirugía todo indicaba que su pierna sanaría. “Con el tiempo comencé a perder la sensibilidad y empecé a notar que estaba adquiriendo un color negro”. Después de dos eternos años y de docenas de terapias llegó la hora de la amputación. “Salí del hospital un jueves, con el corazón destrozado, y me senté en la sala que da al parque, donde los chicos juegan futbol, pensando que ya no volvería a practicar ese deporte que tanto me gusta. Pero me comencé a sobreponer y a las 48 horas ya había comenzado mis nuevas terapias, para poder fortalecer el muñón y adaptarlo a una futura prótesis”.

 Una vez dominó su nueva pierna, el patrullero bogotano decidió convertirse en el líder de los 174 uniformados que entre 2015 y 2017 perdieron alguna parte de sus cuerpos, para apoyarlos en su recuperación.

 Pero para hacerlo de manera profesional decidió ingresar al SENA a estudiar Desarrollo y Adaptación de Prótesis y de Órtesis, en compañía de otros 15 efectivos de la fuerza pública, tras un convenio que impulsó el Ministerio de Defensa para apoyarlos en su nueva vida.

 Tras graduarse con todos los honores se convirtió en el primer policía amputado en trabajar para una fábrica alemana que elabora prótesis. Hoy, el patrullero Muñoz es todo un experto en fabricar manos y pies y reconstruir esperanzas truncadas. “Mi sueño es brindar acompañamiento a quienes están pasando por lo mismo que yo ya viví”