Cacao, el aroma de la convivencia en tierras arhuacas

Todo comenzó en 2013 con la siembra de dos hectáreas de cacao en una parcela demostrativa.
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Hasta la mítica Sierra Nevada de Santa Marta, templo sagrado de los Hermanos Mayores, encargados de cuidar y preservar el mundo, llegó la mano amiga de los Hermanos Menores para ayudar a los indígenas arhuacos, perseguidos por años por el fenómeno de la violencia.

La iniciativa ‘Cacao Kankawarwa’, liderada por la Compañía Nacional de Chocolates y la Fundación Nutresa, les devolvió la esperanza a cientos de aborígenes desplazados por el conflicto armado y que vivían en condiciones de miseria en la cuenca del río Fundación, en el Magdalena.

Todo comenzó en 2013 con la siembra de dos hectáreas de cacao en una parcela demostrativa, donde se capacitaron 12 líderes y autoridades, al igual que estudiantes de los últimos grados de bachillerato.

Poco a poco el conocimiento se fue extendiendo hasta hacer del cacao una fuente de ingresos que ha permitido la unidad de las familias, abriendo nuevas perspectivas y alternativas educativas, económicas y comerciales a las nuevas generaciones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Además, ha estimulado la igualdad de género y articulado el saber ancestral con los nuevos conocimientos técnicos.

El proyecto, ganador del Premio Emprender Paz 2015, garantiza estrategias de autosostenibilidad y autonomía económica, las cuales se convierten en aspectos fundamentales importantes para el fortalecimiento del gobierno propio, la defensa y la recuperación del territorio y el arraigo a la tierra.

El Premio, que busca exaltar, socializar y fortalecer experiencias empresariales sostenibles que aportan a la construcción de paz en Colombia, es organizado por Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ), la Fundación Konrad Adenauer, la Fundación Social y Suecia.

El programa, con más de 2.900 capacitaciones técnicas, ha apoyado proyectos que cubren unas 22.000 hectáreas, que benefician a más de 10.000 familias de 22 departamentos y 85 municipios. Su objetivo a 2020 es superar los 1.000 proyectos de desarrollo. Entre las grandes iniciativas que han contribuido a sembrar la semilla de la paz están las de Montes de María y el norte del Chocó, donde los más necesitados han vuelto a ser productivos a través de cultivos de cacao, ajonjolí y marañón.