La estrategia integral contra el narcotráfico (EICON) desarrollada por la dirección de Antinarcóticos en todo el territorio colombiano viene arrojando importantes resultados, en las últimas horas se logró ubicar un camión que se desplazaba muy cerca a la población de Facatativá en Cundinamarca, transportando unas canecas metálicas con sustancias químicas controladas en el interior.
El análisis previo que se realizó a la documentación registrada en una bodega de insumos en la zona industrial de Bogotá, dejaba ver lo que sería una falsificación y adulteración de documentos, esto prendió las alarmas y los investigadores procedieron a la revisión de cámaras de seguridad para identificar los compradores y el vehículo que transportaba las sustancias químicas.
Después de cotejar la información, los uniformados ubicaron un puesto de control en las principales vías de acceso y salida de Bogotá, cuando se completaba más de tres horas registrando vehículos, se observó el camión de color blanco y con carpa negra, con las mismas características del que se observó en las pantallas del almacén. El ayudante y su conductor atendieron la orden de pare deteniendo la marcha del vehículo, al momento de verificar la documentación y cuando se realizaba el registro se encontró debajo de costales 37 canecas metálicas de 55 galones de capacidad cada una.
En el mismo lugar el ingeniero químico de la Policía Antinarcóticos hace las primeras pruebas en un par de tubos de ensayo para determinar el contenido líquido de las canecas, los reactores aplicados a la sustancia identificaron en un principio disolventes, entonces fue necesario realizar una segunda prueba, encontrando Metil-etil-cetona, Isobutanol y acetato de etilo, todas estas sustancias químicas controladas.
La intención de las organizaciones narcotraficantes es adquirir los productos en pequeñas cantidades en depósitos de la capital presentando documentación falsa de empresas fachadas, después estos productos terminan en laboratorios de producción de alcaloides en el Magdalena medio según arroja la investigación.
Con estas sustancias se hubiesen podido producir potencialmente seis toneladas de clorhidrato de cocaína, teniendo en cuenta que son usadas en el proceso de extracción del alcaloide de la planta de coca, sumado a esto, el impacto ambiental provocado por los narcotraficantes seria grande, teniendo en cuenta que una vez utilizados son arrojados a los vertederos y corrientes de agua ocasionando la muerte de muchas especies.
“Seguimos afectando la cadena criminal del narcotráfico, intervenimos y capturamos a personas que transportan las sustancias químicas para la producción de alcaloides”.