En medio de las sombras que a veces empañan la infancia, hay luces que logran abrirse paso. Hoy, esa luz tiene nombre: Laura Anyeline Castaño López, una joven risueña, talentosa, solidaria y valiente que, a pesar de las dificultades vividas en su corta vida, nunca dejó de soñar.
En Riosucio, Caldas, Laura es reconocida entre los miembros de la Policía Nacional por su voz melodiosa y su participación constante en actividades comunitarias. A pesar de pertenecer a una familia de escasos recursos, siempre ha acompañado con alegría innumerables eventos institucionales, regalando su canto y su presencia con amor y entrega.
Laura vive junto a su madre, Natalia López, quien ha enfrentado silenciosas batallas contra la depresión debido a difíciles situaciones personales. Entre esas luchas, el sueño de celebrar los quince años de Laura parecía inalcanzable: no había vestido, torta ni salón… solo un anhelo que se desvanecía.
Pero cuando todo parecía perdido, llegó la esperanza.
Conmovido por su historia, el Grupo de Policía Comunitaria de la Estación Riosucio decidió actuar. Con el apoyo de personas generosas de la comunidad, comerciantes y aliados, se gestionaron todos los detalles para que el sueño se hiciera realidad: vestido, decoración, salón, torta, bebidas y cada elemento necesario para celebrar no solo un cumpleaños, sino una victoria sobre el dolor.
Desde muy temprano, uniformados llegaron a la casa de Laura con el vestido elegido, zapatos relucientes y todos los preparativos para embellecerla: peluquería, maquillaje y manicure. Entre nervios y alegría, la joven veía cómo su historia tomaba un giro mágico.
La jornada inició con una emotiva eucaristía, a la que asistieron familiares, amigos y miembros de la Policía Nacional, quienes se reunieron para dar gracias por la vida de Laura. Luego, la recepción decorada con esmero se convirtió en un espacio de abrazos, música, fotografías y sonrisas. La torta fue partida en medio de aplausos y palabras que recordaron la fuerza de la unión y la solidaridad.
La madre de Laura, con profunda emoción, expresó su más sincero agradecimiento:
"Jamás imaginé que mi hija pudiera vivir este momento. Gracias a la Policía y a todas las personas que hicieron posible este sueño. Hoy no solo celebramos sus quince años, sino también la esperanza."
Por su parte, Laura también compartió su gratitud:
"Nunca imaginé que mi sueño podría hacerse realidad de esta manera. Estoy muy agradecida con la Policía Nacional y con todas las personas que colaboraron para que este día fuera inolvidable."
Este gesto no solo significó un regalo para Laura y su familia, sino que reafirmó el compromiso de la Policía Nacional de trabajar por el bienestar, la cercanía y la dignidad de la comunidad. Cada detalle fue posible gracias a la colaboración de quienes creyeron en la causa y demostraron que, cuando las manos se unen, se pueden construir historias inolvidables.
El coronel Luis Fernando Sandoval Rico, subcomandante del Departamento de Policía Caldas, agradeció en nombre de la institución:
“Agradecemos a todos los que hicieron posible esta celebración y reiteramos nuestro compromiso de seguir trabajando con empatía y dedicación, para mantenernos seguros, cercanos y presentes en cada momento en que nos necesiten.”