La estrategia Soy Generación más Sonriente, del Ministerio de Salud y Protección Social, es una herramienta de promoción y mantenimiento que busca fortalecer el cuidado de la salud bucal y la aplicación del barniz de flúor en la población de 1 a 17 años, con el fin de prevenir enfermedades que afecten la salud bucal.

De acuerdo a esta entidad, las morbilidades que se presentan con mayor frecuencia son: la caries, la fluorosis dental, gingivitis y enfermedades periodontales que afectan los tejidos del soporte dental, y el edentulismo o pérdida de dientes.

Se le recomienda a los padres y cuidadores ayudar a los menores en hábitos de cuidado bucal como la revisión de la boca para reconocer situaciones fuera de lo habitual: inflamaciones, enrojecimientos, sangrados, aftas, abscesos o lesiones que duren más de 15 días en sanar.

De la misma manera, enseñarles a realizar una higiene correcta y reforzarla en caso de contar con dispositivos de ortodoncia o piercings, el uso de la seda dental y el cepillo adecuado a la edad. También, fomentar el consumo de alimentos frescos no procesados, reducir los alimentos azucarados y evitar el consumo de tabaco, vapeadores o cigarrillos electrónicos.

El barniz de flúor

La aplicación de este elemento hace parte de las acciones preventivas para el control de la caries dental en tres niveles: prevenir la enfermedad, medidas ante el diagnóstico precoz y, finalmente, tratamiento y rehabilitación. Se debe realizar la aplicación del barniz de flúor dos veces al año para alcanzar el 75% de la reducción. Es un método de fácil aplicación, no invasivo y no genera ningún riesgo para los niños y adolescentes.

Este producto se endurece cuando entra en contacto con la saliva, formando una película que se adhiere a la superficie dental. De esta forma se reduce la desmineralización de los dientes, lo que contribuye a la reducción del riesgo de ruptura del esmalte y la consecuente formación de cavidades por caries, junto al cuidado bucal, el bajo consumo de azúcar y el control periódico por odontología.

Antes de la aplicación, los menores deben comer, beber algo y cepillarse los dientes. Después de esta, no deben consumir ningún tipo de alimento en las siguientes 3 horas, consumir una dieta blanda en las siguientes 12 horas y cepillar los dientes hasta 24 horas después.