La actividad se desarrolló en una humilde casa construida en bareque que se encuentra en la ranchería indígena Shiruria, donde una familia disfrutó de una visita imprevista del grupo de Guías Caninos, donde les llevaron una cena navideña, regalos para los niños y les brindaron un show canino.

El padre de este núcleo familiar ha velado por el bienestar de sus hijos debido a que su compañera sentimental falleció hace dos años, situación que le tocó asumir con mucho sacrificio porque los niños no superan los diez años de edad y no los puede dejar solos ya que no tiene familiares que se los cuide para el poder trabajar; lo cual hace que solamente pueda conseguir alimentos para una sola vez al día.

Esta hermosa familia se deleitó de un buen almuerzo acompañado con buñuelos, gaseosas, dulces y natilla brindadas por los Guías Caninos como muestra de su compromiso con las comunidades vulnerables.

Esta actividad es una muestra de aquel trabajo que con amor rompe fronteras.