El director de la Policía, Jorge Hernando Nieto, les cuenta la historia del sargento Luis Alberto Torres Huertas, creador de la Policía de Infancia y Adolescencia hace 65 años. Hizo su debut en abril pasado, en la celebración del Día de la Niñez, ante más de 500 niños.
Hace mucho, mucho tiempo, un campesino boyacense vestido de policía recorría las calles bogotanas llevando siempre consigo un elegante maletín de cuero negro, parecido al que portan los señores de negocios.
Quienes no lo conocían lo bautizaron como el ‘Agente del maletín misterioso’. Y, efectivamente, dentro del maletín guardaba con mucho secreto el arma más poderosa para cautivar a los niños.
Se llamaba Luis Alberto Torres Huertas y todos los días llegaba hasta un parque que quedaba donde hoy está el estadio El Campín. Y, de un momento a otro, se veía rodeado de docenas de niños, niñas y adolescentes que aparecían de todas partes, incluidos los llamados ‘carusucias’, pequeños cuyo hogar eran las frías calles de la ciudad y a quienes ayudaba en sus rondas nocturnas.
Les contaba cuentos, les enseñaba canciones, acertijos y rondas infantiles; les inculcaba el amor por la patria, por la familia y por el prójimo; los motivaba a ser los mejores estudiantes y ciudadanos y, sin el menor asomo de pena, hasta les servía de caballito para que montaran hasta el cansancio. A lo largo de los años, su noble tarea se volvió famosa en toda la comarca. Los adultos le ayudaron a comprar columpios y otras diversiones mecánica
Como ya no daba abasto para atender a todos los niños, con el respaldo de sus jefes, formó a otros 11 de los más destacados policías para que lo apoyaran en su noble trabajo.
Pero vino una guerra que casi acaba con toda Bogotá, y unos hombres malos capturaron al ‘agente del maletín misterioso’, por el solo hecho de ser policía.
Pero los niños y sus padres acudieron a su rescate mediante centenares de cartas escritas con el corazón, lo que llevó a sus captores a dejarlo en libertad.
Cuando se acabó la guerra, no solo regresó, de 7 de la mañana a 6 de la tarde, a los parques bogotanos, sino que comenzó un viaje por todo el país para divertir y proteger a los niños.
Así nació hace 65 años la Policía para proteger a los niños, que hoy conocemos como Policía de Infancia y Adolescencia, que ya cuenta con más de 2.500 policías que cuidan de ustedes las 24 horas del día.
Cuando ya estaba abuelo, el ‘Agente del maletín misterioso’ se retiró de la Policía y se fue a casa a descansar. Hasta una estatua se hizo en su honor. Y un día lluvioso, Dios se lo llevó para el cielo. Miles de bogotanos lo acompañaron hasta su última morada, incluidos muchos pero muchos niños, entre ellos los ‘carasucias’, quienes lloraron su partida.
Para entonces, el maletín ya no era misterioso. Todos sabían que allí cargó por más de 40 años el arma con la que premió a niños juiciosos como ustedes: deliciosos ¡caramelos! de todos los sabores.