Crónica. Esta mujer sacó de la ignorancia a miles de niños. Llegó a ese cerro olvidado de Ciudad Bolívar en tiempos en que las casas de cartón, los deslizamientos, el hambre, las enfermedades, el crimen y la ignorancia habitaban con mayor crudeza. Con su corazón de madre afligida y su incomparable amor por el prójimo, la Sargento mayor Flor Elva Maldonado Cifuentes fue líder de un proyecto que le permitió arrebatarle a la violencia centenares de niños condenados a vivir en la oscuridad, en las laderas del barrio Caracolí, en el suroriente de Bogotá.
Con el apoyo de los Generales de la Policía, que jugaron un partido de fútbol contra el elenco del programa de humor Sábados Felices, en el estadio El Campín de Bogotá, y recogieron 25 millones de pesos, levantó las bases del centro educativo “Amigos de la Naturaleza”.
Esta boyacense, nacida en San Mateo y con 33 años en la Policía, golpeó puertas para obtener ladrillo, arena y muebles al precio más barato y en obra negra puso en marcha su sueño. Ella, una bachiller normalista con licenciatura en administración educativa, reclutó a excelsos auxiliares bachilleres y los convirtió en profesores. A la fecha, después de más de 20 años de labores, miles de niños hijos del olvido ya han pasado por sus aulas.
¡Mamá Flor! ¡Mamá Flor!, gritaban docenas de niños cuando la veían llegar. En instantes, de su cuello colgaban racimos de pequeños agradecidos con esta mujer que por años golpeaba nuevas puertas para que le ayudaran con el desayuno, el almuerzo, los refrigerios y los útiles escolares de sus hijos adoptivos. Y su proyecto se expandió. Más arriba, ya en zona rural, en el sitio Quiba, también les enseñó a más de a 90 hijos de la pobreza.
“Nací para ser policía y eso hago, ayudo a la comunidad de corazón”, relataba esta mamá que lloraba cada vez que le reconocían la grandeza de su escuela.
La recordaremos como una gran heroína que dedicó la mayor parte de su vida al servicio de la ciudadanía y con amor vistió el “verde oliva” hasta el último día de su vida.