La vocación de un Patrullero de la Policía Nacional consiguió el reencuentro de una madre y sus hijas después de 28 años

Para la familia Riobo Arenas, está será su mejor temporada de navidad y fin de año.

Gracias a la gestión realizada por uno de los uniformados adscritos a la Estación de Policía del municipio de Pueblo Rico, se logró el reencuentro de una madre y sus hijas después de 28 años.

Tras una llamada recibida a la estación de Policía, donde el patrullero Sebastián García Hoyos escucho al otro lado de la línea a una mujer quien le contó que ella y su hermana desde hace mucho tiempo estaban buscando a su mamá y que las pistas indicaban que ella posiblemente residía en este municipio,  el policial se puso al frente de este caso  y prometió ayudar a la ubicación de esta mujer.

Con solo el nombre de la madre, el patrullero García inicio su labor de preguntar a sus conocidos en el municipio, y labor puerta a puerta logrando en menos de 48 horas dar con una ciudadana quien posiblemente coincidía con los datos mencionados, al ir a su vivienda y hablar con ella, está irrumpió en llanto al escuchar las palabras de nuestro uniformado quien le contó sobre la información que tenia de donde estaban sus hijas y que la estaban buscando.

Para ella esto era un imposible ya que hace 28 años no sabía nada de ellas. Tras una discusión con su ex pareja sentimental tomó a sus hijas y se las llevó de su lado sin volver a saber nada de ellas hasta el día de hoy.

Sus hijas quienes viven una en el departamento del Tolima y la otra en el departamento de Santander recibieron con gran emoción la llamada que daba cuenta que la Policía Nacional logró la ubicación de su progenitora y como una obra que nace del corazón se realizó la coordinación entre las familias para poder hacer posible este recuentro siendo así que, Adriana y Viviana, viajaron a conocer a su señora madre, ellas contaron al uniformado que su padre siempre les manifestó que su mamá las había abandonado desde muy pequeñas, pero con el pasar del tiempo el padre les contó la verdad que era él quien las separó de su hogar.

Para el patrullero García y nuestra institución es un motivo de orgullo haber contribuido a que una familia colombiana haya recobrado su sentido de unidad en esta temporada decembrina, mientras  la familia Riobo Arenas a nuestro policía hoy lo califica como un ángel, para quien tienen gran sentido de gratitud por la labor que realizó.

Como Institución estamos orgullosos de su muestra aplaudible e intachable de  su honor, compromiso y vocación hacia la comunidad.