Zipaquirá - Ubaté

Sector
*
Kilometro
PR28+0200 y el PR67+1134
Condición
Cierre parcial
Entidad responsable
INVIAS
Motivo
Mantenimiento y mejoramiento de carpeta asfáltica
Vía alterna
"La calzada contraria al cierre estará habilitada para circulación en ambos sentidos en el tramo cerrado."
Departamento
Cundinamarca
inicio afectación
fin afectación
Cierre indefinido
No

Variante Portachuelo – Casablanca

Sector
*
Kilometro
PR0+0250 y el PR 7+0000.
Condición
Cierre parcial
Entidad responsable
INVIAS
Motivo
Mantenimiento y mejoramiento de carpeta asfáltica
Vía alterna
La calzada contraria al cierre estará habilitada para circulación en ambos sentidos en el tramo cerrado.
Departamento
Cundinamarca
inicio afectación
fin afectación
Cierre indefinido
No

Yopal - Paz de Ariporo

Sector
*
Kilometro
PR56+0700 PR57+0600
Condición
Cierre parcial del carril derecho
Entidad responsable
INVIAS
Motivo
daños detectados puente Ramón Nonato Pérez
Vía alterna
No aplica
Departamento
Casanare
inicio afectación
Cierre indefinido
Si

Variante Oriental Pasto

Sector
*
Kilometro
PR18+0430 al PR20+0140
Condición
Cierre total
Entidad responsable
N/A
Motivo
Trabajos de rehabilitación y mantenimiento
Vía alterna
Catambuco – Pasto – Mapachico.
Departamento
Nariño
inicio afectación
fin afectación
Cierre indefinido
No

"Florencia – Puerto Rico"

Sector
*
Kilometro
PR38+0200 y el PR38+0350
Condición
Cierre total
Entidad responsable
INVIAS
Motivo
Obras puente
Vía alterna
Variante sentido Montañita-Paujil
Departamento
Caquetá
inicio afectación
Cierre indefinido
Si

"El crucero - Aguazul "

Sector
*
Kilometro
PR81 y el PR82
Condición
Cierre total
Entidad responsable
INVIAS
Motivo
Fallas puente “Chorro Blanco
Vía alterna
Cabuya (Vehículos con peso inferior a 25 Toneladas) Sogamoso- Vado Hondo Labranzagrande- Yopal Bogotá – Villavicencio – Yopal para vehículos con peso bruto vehicular inferior a 52 toneladas.
Departamento
Boyacá
inicio afectación
Cierre indefinido
Si

15 capturados dejó operación de la policía contra el tráfico de estupefacientes en la comuna ocho de Ibagué

Entradilla
Cayeron “los del norte” dedicados a la comercialización de estupefacientes.

La Policía Nacional en un trabajo articulado con la Fiscalía General de la Nación, logró la desarticulación del grupo de delincuencia común organizado, denominado como, ‘Los del norte’, dedicados a la comercialización de estupefacientes, principalmente en los alrededores de la plaza del jardín y las canchas de arena del barrio villa del sol de la comuna 8 de Ibagué.

En el marco de esta operación, se llevaron a cabo 10 diligencias de allanamiento y registro en los barrios Villa Magdalena, Jardín Quinta Avenida, Jardín Santander, Villa del Sol, Ricaurte, Nuevo Ecoparaíso y Villa Jardín, en las cuales fueron capturadas por orden judicial 15 personas con edades comprendidas entre los 20 y 57 años, por los delitos de concierto para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado.

También se efectuó la incautación de estupefacientes, elementos para su dosificación, 5 celulares y $742.000 dinero efectivo.

Durante los tres meses de esta investigación, se establecieron los roles específicos dentro de esta organización y se recolectaron elementos materiales probatorios y evidencia física clave para identificar los presuntos integrantes de este grupo delincuencial, su zona de injerencia y establecer el modus operandi, el cual consistía en comercializar sustancias estupefacientes en pequeñas cantidades bajo la modalidad de menudeo en los barrios villa jardín, prado II y nuevo armero.

De las 15 capturas, la Policía Nacional, resalta la de Diego Leonardo Duque Valderrama, alias ‘el gordo’, quien fungía como líder de este grupo delincuencias. Se pudo conocer de este sujeto que, residía al sur de la ciudad y todos los días se desplazaba en compañía de su esposa, alias “la negra” también capturada, al barrio Villa del Sol donde viven sus padres y vendían las sustancias estupefacientes en las canchas de arena del parque cercano a la vivienda. ‘El gordo’ tiene 5 anotaciones judiciales como indiciado por los delitos de lesiones personales agravadas, tráfico de estupefacientes, inasistencia alimentaria y estafa.

En total los 15 capturados, presentan 37 anotaciones judiciales como indiciados por los delitos de concierto para delinquir, tráfico estupefaciente, hurto calificado, acceso carnal o acto sexual abusivo con incapaz de resistir, lesiones personales, estafa, inasistencia alimentaria, violencia intrafamiliar, uso de documento falso, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y municiones y fuga de presos.

Un juez de control de garantías impuso a 14 de los capturados medida de aseguramiento en establecimiento carcelario, y a uno de ellos domiciliaria.

“Invitamos a la comunidad a utilizar la línea 123 o el cuadrante más cercano, donde podrán denunciar la presencia de personas vendiendo sustancias estupefacientes en las calles, viviendas, parques, alrededores de colegios y universidades” manifestó el coronel Diego Edixon Mora Muñoz, comandante Policía Metropolitana de Ibagué.

Notificación personal por aviso Patrullero Retirado José Alberto Rojas Hernández

Notificación personal por aviso Patrullero Retirado José Alberto Rojas Hernández
Fecha fijación
-
Tipo de acto administrativo
Citaciones para notificación personal
Nombre
José Alberto Rojas Hernández
Unidad
Nariño
Número proceso
GS-2024-145284-DENAR

El llamado de Dios: Ya no viste sotana, pero su vocación de servicio sigue siendo la misma.

Entradilla
Busca respuestas a las preguntas que rondan su corazón

Por: Emilio Gutiérrez Yance

Busca respuestas a las preguntas que rondan su corazón, pero sobre todo busca entender la voz de Dios, que como un susurro constante, lo ha guiado desde las orillas del Magdalena hasta las calles de su vida cotidiana.

En las orillas del majestuoso río Magdalena, en un rincón apartado del municipio de Magangué Bolívar, nació la fe de un niño que se convertiría en un faro de esperanza para su comunidad. William Alexander López coronel, hijo único, creció bajo la sombra de una tragedia familiar: su padre falleció de un derrame cerebral y su madre, Yesenia María, se refugió en su propio dolor y lo dejó al cuidado de sus abuelos maternos. Sin embargo, fue en la soledad de los días frente al río donde William encontró consuelo en algo más grande que él: la presencia de Dios.

Desde pequeño, mostró un fervor que no conocía límites. A sus 10 años, mientras otros niños jugaban, él se encontraba frente a un viejo televisor, observando las misas transmitidas en la televisión local. Aprendió a rezar solo, escuchando y mirando atentamente cada movimiento de los monaguillos y cada plegaria que se elevaba en el altar quedaba grabada en su mente y en su corazón. Con las manos unidas, recitaba el Padre Nuestro y el Ave María, y así, en medio de la adversidad, la fe se convirtió en su refugio. Más tarde aprendió los misterios del Santo Rosario.

Un día, movido por un impulso que solo puede venir del Espíritu Santo, decidió caminar los 8 kilómetros que lo separaban de la Catedral de Magangué. Llegó sudoroso, agitado, pero lleno de esperanza, y con una valentía sorprendente pidió ser parte del servicio en el altar. Los sacerdotes, impresionados por su devoción, lo acogieron como acólito. Ya con el alba blanca sobre su cuerpo, ese traje blanco que para él significaba pureza y servicio, sintió que su misión en la vida había comenzado.

A partir de entonces, su vida giró en torno a la fe. Con manos temblorosas, pero llenas de reverencia, imponía la cruz de ceniza en los fieles, tomaba el cáliz y cuidaba de los elementos sagrados con una devoción que irradiaba paz. Para él, servir en el altar era estar en comunión directa con Dios, y su entrega no pasó desapercibida en su comunidad. Cada misa en la que participaba se convertía en un momento sagrado no sólo para él, sino para todos los que lo observaban.

Sin embargo, el camino de la fe no es fácil, y William lo descubrió, cuando tras terminar su bachillerato, decidió unirse a la Congregación de Escuelas de Caridad Instituto Cavanis en Ecuador. Allí, rodeado de niños y jóvenes vulnerables, su fe fue puesta a prueba. En medio de la pandemia de COVID-19, muy lejos de casa y enfrentando la incertidumbre, encontró fortaleza en su lema: “El servicio no se limita a la iglesia. Dios te necesita en cada rincón, en cada persona que sufre”.

Pero los sueños a veces encuentran obstáculos difíciles de superar. Anhelaba continuar sus estudios en Roma, la cuna del catolicismo, y de allí, viajar a Venecia, Italia, pero los costos elevados y las distancias insalvables con su familia lo obligaron a renunciar a ese sueño. Regresó a Magangué con el corazón roto, pero con la fe intacta.

A pesar de los desafíos, nunca perdió la convicción de que su vida tenía un propósito mayor. Hace cuatro meses, ya con 22 años, en un giro inesperado, ingresó a la Policía Nacional, descubriendo en su nuevo rol una forma distinta de servir a los demás. Ya no viste sotana, pero su vocación de servicio sigue siendo la misma. Cada día, se encomienda a la Virgen María y a Dios antes de comenzar su jornada, convencido de que, aunque no llegó a ser sacerdote, su misión sigue siendo la de ayudar al prójimo.

El momento más importante en su camino de fe llegó en septiembre de 2017, cuando Cartagena de Indias se preparaba para recibir al Papa Francisco. La noticia corrió como el viento entre los fieles, y para William, esa era una oportunidad que no podía dejar pasar. Con el mismo fervor con el que caminó a la catedral de niño, y con la ayuda de sus abuelos, reunió lo poco que tenía y compró un pasaje en un bus que lo llevaría desde Magangué hasta la ciudad amurallada.

El día fue agotador, pero cuando llegó al destino, una bendición inesperada lo aguardaba: sin saber cómo, terminó en la zona VIP, a pocos metros del Santo Padre. Al ver a Francisco, sintió una paz que no podía describir. Ese instante fue más que un encuentro con una figura religiosa; fue un signo divino, una señal de que su fe lo estaba guiando por el camino correcto.
Desde ese día, su sueño de viajar al Vaticano y hablar cara a cara con el Papa ha sido su anhelo más profundo. Busca respuestas a las preguntas que rondan su corazón, pero, sobre todo, busca entender la voz de Dios, que como un susurro constante, lo ha guiado desde las orillas del Magdalena hasta las calles de su vida cotidiana.

Hoy, sigue su camino de servicio. Con la Biblia en una mano y el uniforme en la otra, predica con el ejemplo, llevando consuelo a quienes más lo necesitan. No importa si está en el altar o en las calles, su vocación de fe sigue siendo el motor que guía cada uno de sus pasos. Sabe que al final, Dios tiene un plan para él, y mientras tanto, continuará siendo la luz en medio de la oscuridad, el faro que ilumina a los que sufren.

En su corazón, siempre hay espacio para un nuevo altar, ya sea en la casa de Dios o en el alma de quienes lo rodean.