En Pasacaballos, un corregimiento ubicado a 45 minutos de Cartagena, el ‘pandillismo’ y las peleas callejeras persiguen a sus niños, adolescentes y jóvenes. Los que no aceptan ingresar a estos grupos sufren el acoso constante de los líderes de estas bandas. Sin embargo, gracias al programa ‘Jóvenes a lo bien’, liderado por la Policía Nacional, centenares de ellos se han alejado de esta amenaza para formarse como ciudadanos de bien.
El caso más reciente fue el de 84 muchachos que se graduaron con todos los honores en Salud Ocupacional. Durante cuatro meses recibieron capacitación en áreas de seguridad industrial, personalidad y crecimiento empresarial, con el objetivo de ser vinculados laboralmente a empresas del sector industrial. Es de anotar que durante el proceso de formación de los jóvenes en riesgo dejaron de presentarse las confrontaciones que estos sostenían entre ellos en sus sitios de residencia.
La Policía de Cartagena, la Alcaldía, la Fundación Humanitaria y el SENA felicitaron a los comprometidos muchachos y les prometieron hacer gestiones no solo para vincularlos a reconocidas empresas sino a buscar la financiación para que se conviertan en pequeños empresarios. La ceremonia de graduación se efectuó en el Comando de la Policía, en el barrio Manga.
“Se vuelve a demostrar que la educación es la mejor arma para combatir la delincuencia. Estos jóvenes, que pertenecen a comunidades vulnerables, se han resocializado gracias al proyecto ‘Jóvenes a lo bien’ y están a la espera de una oportunidad laboral en alguna de las empresas en las que ya se han hecho los vínculos. El cambio en sus vidas ha sido muy grande, solo hay que decir que, al principio de las clases, teníamos que mantener a algunos efectivos en el salón para que no se pelearan entre ellos, pues pertenecían a grupos diferentes. Conforme pasaron los días, todo esto cambió y ahora son compañeros que están a la espera de vincularse laboralmente a alguna empresa”. Su ejemplo ha llevado a otros muchachos a buscar alternativas distintas a la violencia e inseguridad generadas por el ‘pandillismo’, fenómeno en el que están inmersos unos 1.600 jóvenes de Cartagena.
Tomado del libro "Nuestras Historias, 50 crónicas de héroes anónimos".