John Alexander Villa Montoya

Donde el sol calienta y el viento del Caribe parece barrer las penas, hay un hombre que desafía la rutina del uniforme con algo más poderoso que las órdenes: la compasión. Su nombre es Fulbio Andrés Sosa Charrasquiel, mayor de la Policía Nacional, cordobés de origen y barranquillero por adopción. Desde hace 16 años sirve a la Policía Nacional, pero en la Región de Policía No. 8, donde hoy labora, se ha ganado un título que no figura en los manuales: el de "ángel azul" de los niños con espectro autista.
En medio de la pandemia, cuando la incertidumbre reinaba en las casas y los parques guardaban silencio, el mayor Sosa decidió no quedarse quieto. Mientras otros temían el contagio, él se blindó con tapabocas, guantes y desinfectante, y comenzó a recorrer las calles de “la Arenosa” con un solo objetivo: llevarle alegría a los hijos de sus compañeros policías y a niños de la comunidad diagnosticados con TEA. En lugar de armas, cargaba juguetes didácticos, libros, pelotas. Tocaba puertas, saludaba con la mirada y dejaba en cada hogar un respiro en medio del aislamiento.
Pero ese impulso de bondad no se detuvo cuando terminó la emergencia sanitaria. Hasta el día de hoy, muchos de esos niños siguen recibiendo sus visitas. Ahora, el fútbol se ha convertido en su herramienta para unir, concienciar y sembrar empatía. A través de campeonatos simbólicos y actividades lúdicas, Sosa busca educar a la sociedad sobre la importancia del acompañamiento y el respeto a las diferencias.
Algunos gestos se vuelven inolvidables. Como el caso de Elkin Gallor, un niño con atrofia cortical, hijo del subintendente Elkin Gallor Álvarez, adscrito a la Policía Metropolitana de Barranquilla. Fulbio, movido por la voz de una madre y el sueño de un niño, gestionó una silla de ruedas especializada y lo llevó a conocer el mar Caribe. Hasta las playas de Puerto Colombia llegó aquel pequeño, acompañado por su madre, a sentir la brisa que muchos dan por sentada, pero que para él fue una caricia del alma.
Y como si eso fuera poco, protagonizó una escena que bien podría haber salido de un realismo mágico costeño: el día que una tanqueta del UNDMO irrumpió en el barrio San Salvador no para controlar disturbios, sino para cumplir un sueño. La comunidad miraba atónita cómo de una camioneta bajaban comerciantes y policías cargando una piscina que sería instalada en la terraza de la casa del pequeño Duván, un niño con autismo que soñaba con nadar. La tanqueta, en vez de disparar agua para dispersar, llenó de alegría aquella piscina recién estrenada. Fue, sin duda, un operativo de amor.
Son estos gestos los que no salen en los informes estadísticos, pero que marcan vidas enteras. Porque el mayor Fulbio Sosa ha hecho de su carrera un acto de servicio con alma, de esos que no se aprenden en la escuela policial, sino en las esquinas del corazón. A diario demuestra que servir también significa escuchar, tender la mano y acompañar los silencios.
En la Barranquilla que baila y resiste, en esa ciudad que lo ha adoptado con cariño, Fulbio Sosa se ha convertido en símbolo de humanidad. Un policía que no necesita medallas porque su mayor mérito es haber entendido que la verdadera seguridad comienza cuando alguien se siente amado, visto y respetado.
Y así, bajo el sol de “Barranquilla”, sigue caminando este mayor de los corazones. Sin más escudo que su vocación, y con un azul que no solo viste su uniforme, sino que brota de su alma.
Durante labores de patrullaje y control realizadas en la vía principal del Barrio Niza, uniformados adscritos al CAI Granada, bajo el indicativo de patrulla de vigilancia 37, recuperaron una motocicleta reportada como hurtada y capturaron a un ciudadano involucrado en el hecho.
El operativo se llevó a cabo cuando los uniformados hicieron la señal de "PARE" a una motocicleta, de color blanco, rojo y negro. El conductor fue abordado y, tras practicarle un registro personal, se le solicitó la documentación del vehículo. El ciudadano manifestó no poseer ningún documento que acreditara su propiedad.
Ante esta situación, se solicitaron antecedentes al personal de automotores de la Seccional de Investigación Criminal, quienes confirmaron que la motocicleta presentaba un reporte activo por hurto, bajo la modalidad de atraco.
De inmediato, se le informaron al ciudadano los derechos que le asisten como persona capturada y fue dejado a disposición de la autoridad competente para el respectivo proceso judicial.
La motocicleta recuperada está avaluada en $10.000.000, representando un importante resultado en la lucha contra el hurto de automotores en la ciudad. La Policía Nacional reafirma su compromiso con la seguridad ciudadana y continúa trabajando por recuperar la tranquilidad de todos los habitantes.
En un operativo liderado por unidades adscritas a la Seccional de Investigación Criminal - SIJIN COSOC, en coordinación con la Fiscalía URI Madrid, se logró la captura en flagrancia de una persona, por el delito de tráfico, fabricación o porte de sustancias estupefacientes.
El procedimiento se llevó a cabo tras una exhaustiva investigación, que inició a raíz de múltiples quejas de la comunidad del sector de La Prosperidad, en el municipio de Madrid, quienes alertaron sobre actividades relacionadas con la comercialización de sustancias ilícitas, específicamente marihuana en un inmueble ubicado dentro de un conjunto residencial.
Durante el operativo de registro y allanamiento, las autoridades encontraron un cultivo de cannabis adaptado en dos habitaciones del inmueble, con todas las adecuaciones para crear un ambiente artificial y permitir el crecimiento de las plantas, evidenciando un proceso completo de producción y distribución de las sustancias. En el lugar se incautaron los siguientes elementos:
Reiteramos nuestro compromiso en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y agradecemos el apoyo de la comunidad, cuya denuncia fue clave para esta intervención. Los invitamos a seguir confiando en su Policía Nacional y a reportar cualquier actividad sospechosa.
Todos por una sabana segura.
En un gesto de fe, unidad y esperanza, la Policía Nacional en el municipio de Chachagüí realizó una emotiva misa de bendición en las instalaciones de la estación, con el propósito de fortalecer el espíritu institucional y pedir por la protección divina ante los retos que enfrenta el país en materia de orden público.
En coordinación con el personal policial del Distrito II y la Estación Chachagüí, se congregaron en un espacio de reflexión y oración, reconociendo la importancia del trabajo en equipo y la guía espiritual en su misión diaria de velar por la seguridad de la ciudadanía.
Durante la eucaristía, se bendijeron las instalaciones y a cada uno de los uniformados, elevando oraciones por su bienestar, por la paz del municipio y por el cumplimiento de su labor con responsabilidad, respeto y vocación de servicio. Este acto reafirma el compromiso de la Policía Nacional con los valores que fortalecen el tejido social y la convivencia ciudadana.
En medio de los controles realizados por la Seccional de Tránsito y Transporte del Departamento de Policía Cauca, en coordinación con unidades del Ejército Nacional, se logró la captura de dos personas y la incautación de un importante cargamento de explosivos en la vía Popayán - Cali, a la altura del sector del peaje de Villa Rica.
Los capturados se movilizaban en un vehículo tipo camión que transportaba un cargamento de papa, dentro del cual fueron halladas tres estopas que contenían en su interior un total de 1.122 barras de explosivo tipo Emulnor 3000, así como tres rollos de mecha de seguridad de 250 metros cada uno, para un total de 750 metros de material de iniciación.
De acuerdo con las investigaciones, el vehículo cubría la ruta Ipiales – Medellín.
Con este resultado se logra afectar de manera significativa las capacidades logísticas de estructuras criminales que utilizan material explosivo para desarrollar acciones terroristas dirigidas contra la población civil y la Fuerza Pública, debilitando así sus intenciones de generar zozobra y alterar el orden público en la región.
Tanto los capturados como el material explosivo, el vehículo y los elementos incautados fueron dejados a disposición de las autoridades competentes, para el proceso de judicialización correspondiente.